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Foto del escritorrebelaras

ANÁLISIS DE OBRA PICTÓRICA


Kate Kollwitz, 1923.

Artículo original (este cuenta con ciertas modificaciones de redacción) escrito para entrega universitaria en grupo (Lara Gómez, Yasmina Morales, Olga Ricart y Carlos Martí).


El objeto del análisis que se desarrolla a continuación es una imagen pictórica. La obra se titula ‘The Survivors’ y su creadora es Kate Kollwitz, nacida el 8 de julio de 1867 en Königsberg (Alemania) y fallecida el 22 de abril de 1945 en Moritzburg (Alemania). La autora se caracteriza por representar a la mujer como eje fundamental de sus proyectos, a su vez, sus obras muestran un carácter reivindicativo y de crítica social; persiguen la intención de hacer frente a las injusticias y al dolor sufrido por la clase trabajadora de toda una época. Aunque nos encontramos ante una litografía también trabajó con otras técnicas como la pintura y la escultura, además de otros tipos de grabados. En sus inicios mostraba una inclinación​ ​hacia​ ​el​ ​realismo​ ​que​ ​acabó​ ​desembocando​ ​en​ ​la​ ​corriente​ ​expresionista. El expresionismo es una corriente nacida en Alemania donde predomina la visión interior del artista sobre la realidad. En este caso, Kate Kollwitz refleja una realidad social a partir de una distorsión de carácter dramático de los acontecimientos, mostrando así la amargura que invadió la sociedad alemana durante y tras el conflicto​ ​de​ ​la​ ​I​ ​Guerra​ ​Mundial. Otro dato histórico a destacar sobre el contexto artístico de la autora es que en 1936, con la llegada del régimen nazi, su arte fue censurado por ser contrario a la ideología​ ​impuesta.

La técnica de nuestra imagen pictórica es, como hemos mencionado anteriormente, la litografía, procedimiento de impresión que consiste en trazar un dibujo, un texto o una fotografía en piedra calcárea o, como es el caso, en una plancha metálica. Esta en concreto está caracterizada por el uso del blanco y negro (ya que la litografía limita en cierta medida la posibilidad de incorporación de gamas de colores más amplias) que dan lugar a un efecto de claro-oscuro muy marcado. Si ésta obra contara con colores cambiaría completamente su sentido y tendría mucha menor capacidad emotiva y de impacto. El uso de esta técnica nos resulta realmente apropiado debido al fuerte carácter expresivo que la caracteriza. Destaca, por tanto, el contraste que, al mismo tiempo, es el creador de las figuras que componen la imagen.

La fecha de producción de la obra es 1923 (Alemania), y fue publicada oficialmente en The Vivian and Gordon Gilkey Graphic Arts Collection, Portland Art Museum, Portland. No obstante, ya había tenido presencia pública anteriormente puesto que su uso había sido propagandístico con fines políticos y cuya intención, fue la divulgación y reivindicación social. Por esa razón, sus dimensiones (53.3 x 69 cm​) son propias de un póster o cartel divulgativo. No se trata de una obra al uso que tan solo se pueda encontrar en círculos artísticos sino que lo que primaba era su presencia​ ​a​ ​nivel​ ​social.

En cuanto a los elementos morfológicos y enunciativos que se hallan implícitos en dicha pieza, destaca, en primer lugar, que está constituida por una gran variedad de personajes. Respecto a estos, se puede establecer una clasificación en función de distintas líneas de lectura que se encuentran ordenadas generacionalmente y compuestas por posturas arquetípicas. La sección inferior está constituida en su totalidad por niños, mientras que la parte superior se divide en dos bloques. En el derecho aparecen dos jóvenes y en el extremo izquierdo dos ancianos. Finalmente en el centro de la imagen y captando toda nuestra atención podemos observar una figura​ ​de​ ​mujer.

En referencia a los niños, todos ellos son varones. Su aspecto nos remite a la inocencia y vulnerabilidad, características propias de los infantes. Además, a diferencia de los otros que se representan con miradas no identificables, a uno de ellos se le ven los ojos lo cual nos permite distinguir con claridad que muestra una mirada de socorro. Esta mirada hace que la imagen sea verosímil y personifica al resto de las figuras que aparecen en el cuadro, de lo contrario tan solo sería una imagen emblemática, vacía y sin significado. Asimismo, genera el enganche afectivo puesto que es la única mirada que muestra deseo, todas las demás reflejan sus carencias. La sensación que transmiten estas figuras es la de estar asustados y anclados a una incertidumbre constante que implica la necesidad de protección. Buscan un soporte o guía tratando de pertenecer al abrigo de la figura central. También se establece un vínculo con el espectador a través de un fuera de campo perceptible en las miradas de uno de los niños y, sobre todo en el fuera de campo de​ ​la​ ​figura​ ​central,​ ​que​ ​es​ ​el​ ​más​ ​potente.


A continuación, podemos ver a dos jóvenes en la parte superior derecha. A primera vista, la idea que transmiten es que estos personajes son mendigos, ya que muestran su mano tendida recogiendo monedas. Este hecho tiene que ver con la decadencia que invadió Alemania durante la postguerra. Encontramos un icono muy significativo: los ojos vendados. La venda que les cubre la vista nos transmite un concepto de vida desestructurada además de mostrar el trauma que puede generar el hecho de vivir y participar en una guerra. Obviamente, no podemos pasar por alto la marcada referencia a la mutilación como consecuencia principal de los estragos de un conflicto bélico. Por otra parte, la venda se representa como una herramienta de rechazo de la realidad. También se aprecia una mano la cual es cogida por varios niños, que hacen que los jóvenes formen parte del drama de una manera más​ ​significante.

Seguidamente, los ancianos, se encuentran en la parte superior izquierda. Se trata de dos figuras que se presentan como personajes arquetípicos en sí mismos, por otro lado, dentro de este contexto de sufrimiento que engloba a la imagen, de alguna manera, su presencia transmite una mayor sensación de tragedia y decrepitud. Se exponen todos los segmentos de población correspondientes a una sociedad​ ​completa.

Lo realmente relevante en este punto es que los ancianos no forman parte de una relación narrativa con el resto de los elementos que presenta la composición. Es decir, tanto la figura central y los niños que se suceden alrededor de ésta como los jóvenes que se asientan detrás, forman parte de una misma escena significativa, en cambio, los ancianos están dispuestos a modo de elemento casi flotante, se sitúan elevados, levitando. No tienen un sentido compositivo por la vía del significado sino que adquieren un valor alegórico fundamental​. Mediante la presencia de la alegoría se otorga una imagen a aquello que no tiene imagen, aquello que se considera ideal,​ ​abstracto​ ​y/o​ ​conceptual.

Todo el peso dramático de la obra recae sobre la figura central, la cual simula una silueta femenina. Encontramos una anteposición de ideas ya que, aunque sus rasgos faciales ​(cuenca de ojos, pómulos vacíos) recuerdan a la simbología de la muerte, también expone una idea de protección y vida como desarrollamos a continuación. El hecho de que esté posicionada en el centro de la imagen y que todos los vectores de fuerza estén centrados en ella, provoca la sensación de que ésta absorbe el dolor del resto de personajes, a modo de esponja. La similitud que hemos establecido con un objeto tan cotidiano como lo es una esponja, cobra sentido por el hecho de que la característica más representativa de ésta es que se expande para poder absorber al máximo el líquido, de la misma manera en que ésta figura maternal expande su ser para absorber en su interior todo el dolor y el sufrimiento de su alrededor, toda la responsabilidad. A pesar de mostrar el sufrimiento, expresa protección a los niños, convirtiéndose así en una silueta envolvente y fundamental. Esto se remite al concepto con el que la autora une todas sus​ ​obras:​ ​el​ ​papel​ ​fundamental​ ​de​ ​la​ ​mujer.

Toda la composición está formada por personajes varones a excepción de uno de ellos que es una mujer, no es casualidad que, precisamente este personaje, sea la figura central. Es decir, podemos detectar que lo que la autora impone como aquello más relevante es, a su vez, el único referente femenino que se presenta. Cabe explicar, para poder comprender este aspecto, que el hecho de que once de las figuras sean hombres persigue la intención de singularizar al género masculino, los convierte en personajes particulares. En cambio, la figura femenina tan solo se manifiesta en una ocasión, no se crea entonces una sensación de individualización sino que, ésta adquiere mayor amplitud ya que un solo cuerpo de mujer engloba e implica a todo un colectivo. Gracias a esto, el ámbito femenino cobra dimensiones de​ ​gran​ ​alcance.

Una manera de entender la idea que transmite la artista es ​que la obra en sí sea el reflejo de la mujer de la época cuidando de su entorno tras un conflicto bélico​. Haciendo así evidente que las mujeres en épocas de guerra son el cimiento de la situación​ ​crítica​ ​que​ ​engloba​ ​a​ ​toda​ ​la​ ​patria.

A nivel compositivo, encontramos ciertos aspectos relevantes. Observamos claramente que la imagen está muy estructurada y se cierra sobre ella misma, como hemos dicho anteriormente, siendo la mujer el centro. El recorrido visual se cierne sobre los aspectos según los hemos ido nombrando, es decir, de delante atrás y de abajo hacia arriba. Otra manera de nombrar esto es la jerarquización de edades por figuras arquetípicas, las cuales mueven los grupos y dan una sensación de continuidad. Al mismo tiempo, aunque están bien diferenciados transmiten una sensación​ ​de​ ​unidad.

Nos ha llamado la atención que el formato es apaisado, como una fotografía familiar. Esto no es común entre posters y carteles propagandísticos de ideología política, pero este quiere diferenciarse de ellos ya que se pretende dar la idea de protección. Esta protección es maternal ya que la posición horizontal de la obra siempre se atribuye con la maternidad, fomenta la idea que se persigue a lo largo de toda​ ​la​ ​imagen.

Hablando de elementos más técnicos podemos mostrar que el contraste cromático, por el uso del blanco y negro, nos produce cierta tensión; lo que llamaríamos sombras. Por otra parte hay una buena distribución de peso (de forma equitativa) y buenas proporciones entre personajes. Al no contar con profundidad, se nos muestra una escena completamente delirante. Esto está apoyado por la idea de ceguera​ ​que predomina​ ​en​ ​toda​ ​la​ ​imagen.

Finalmente nombrar que la imagen es dinámica ya que nos da una idea de movimiento. Esto lo notamos ya que la tinta (la cual tiene una gran similitud a sangre derramándose), con la que está hecha la litografía, parece que se derrame alrededor de los ancianos, donde no encontramos líneas que determinen su figura y por lo tanto se funden con el papel y no con la escena de la que el resto son partícipes. La mano tendida de los jóvenes, y la postura de algún personaje (como el niño que pide atención a la figura madre) parecen que quieran dar pie a movimiento.


 

Webs de recursos

  • “Aestronauts”​, http://aestronauts.com/post/114048762630/kathe-kollwitz-the-survivors (Verificada​ ​el​ ​7​ ​de​ ​noviembre​ ​de​ ​2017).

  • “Definición.de”​, ​https://definicion.de/expresionismo/ (Verificada el 20 de noviembre​ ​de​ ​2017).

  • “Artsy”​, ​https://www.artsy.net/artist/kathe-kollwitz (Verificada el 13 de noviembre​ ​de​ ​2017).

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